jueves, 29 de marzo de 2012

SCHUMANN: Consejos para jóvenes músicos

Esta entrada debería, para muchos de vosotros, marcar un antes y un después. Todo estudiante de música debe dedicar un rato en su vida a leer estas líneas. Se trata de unos consejos que el grandísimo Schumann escribió en Leipzig, allá dónde 100 años antes vivía, trabajaba, creaba y moría Johann Sebastian Bach. Se escribió hace casi 200 años y aunque la mayoría es aplicable hoy en día, algunas referencias son más propias de la época:
Prefacio
Robert Schumann, el más grande compositor alemán del periodo romántico, fue también autor de una valiosa crítica musical.
En 1842 – con Knorr, Schunke y Wieck (su maestro) – fundó en Leipzig, la “Nueva Gaceta Musical”, de la cual fue el único redactor desde 1835 hasta 1844.
En dicho periódico, Schumann luchó infatigablemente en pro del progreso musical, a veces criticando con mucho genio (por ejemplo: a Meyerbeer), a veces elogiando (por ejemplo: a Cherubini y a Mendelssohn); pero la gloria de Shumann, como crítico musical, es la de haber revelado al público el genio de Chopin (1810-1849), de Berlioz (1803-1869) y de Brahms (1833-1987).

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1
La educación del oido es de máxima importancia; es conveniente, pues, que en seguida te ocupes de ella, esforzándote en reconocer cualquier sonido que escuches y la tonalidad de cada trozo de música. Procura también saber que sonidos producen las campanas, el cuclillo, etc. (Nota: con esto último Schumann se refería a los instrumentos percutidos no temperados).
2
Tocar con atención las escalas y los ejercicios mecánicos es una cosa óptima; pero no imites a esos pianistas que, creyendo que con esto se alcanza el máximo resultado, dedican siempre, hasta la más avanzada edad, varias horas diarias a los ejercicios mácanicos de los dedos. Eso equivale a repetir diariamente, con creciente rapidez, las letras del abecedario. Es necesario emplear mejor el tiempo (Nota: este consejo se aplica a todos los instrumentos no solo el piano).
3
Se han construído los llamandos teclados mudos; pero después de breve uso te convencerás de su inutilidad: ¿cómo pueden los mudos enseñar a hablar?
4
¡Lleva bien el compás! La ejecución de algunos concertistas se parece al andar de un borracho; guárdate de tomar a ellos por modelo.
5
Profundízate temprano en las leyes fundamentales de la armonia.
6
No te asustes de los nombres: Teoría, Armonía, contrapunto, etc; con un poco de buena voluntad, pronto te serán familiares.
7
¡No toques negligentemente! Ejecuta cada trozo siempre con mucha atención, sin omitir nada.
8
Tocar muy deprisa es un defecto tan grande, como tocar muy despacio.
9
Procura ejecutar lo mejor posible obras fáciles, obtendrás así más beneficios que ejecutando mediocremente composiciones díficiles.
10
Ten siempre tu instrumento perfectamente afinado.
11
No basta con ejecutar con los dedos la música; hay que saber también cantarla, en voz baja, sin recurrir al instrumento.
12
Ejercita tu memoria para poder retener no solo la melodía de una composición, sino también su armonía.
13
Aunque tengas poca voz, acostúmbrate a cantar, sin la ayuda de instrumento alguno; así perfeccionarás siempre más el oído. Pero si tienes la suerte de poseér una hermosa voz, no vaciles en educarla: ¡considérala como uno de los más preciados dones que te haya concedido Dios!
14
Procura llegar a comprender la música escrita, sin ejecutarla: con solo leérla.
15
Cuando toques, no te preocupes de quiénes te escuchan; pero sí, ejecuta siempre como si te escuchara un maestro.
16
La primera cualidad de la interpretación es la precisión, o sea, la exacta observación del texto, que pone de relieve la más recondita intención del autor.
17
Si te dan para tocar un trozo que no conoces, leélo antes de ejecutarlo.
18
Si después de la técnica diaria estás cansado/a, no continues tocando: es mejor descansar que trabajar sin placer y sin energía.
19
No ejecutes las composiciones que están de moda. El tiempo es precioso, y sería necesario vivir cien veces más de los que se vive para llegar a conocer sólo la buena música existente.
20
Nutriendo a los niños con golosinas no se forman hombres sanos. La nutrición del espiritu, como la del cuerpo, debe ser sencilla y substanciosa. Los grandes maestros te han provisto abundantemente: aliméntate de sus obras.
21
Aquella música cuyo fin es poner en evidencia dificultades técnicas en la ejecución, pronto pasa de moda: las dificultades técnicas tienen valor sólo cuando persiguen fines más elevados, o sea, cuando logran una perfecta ejecución de la música de verdadero merito.
22
No divulgues las malas composiciones, antes trata con todas tus fuerzas de impedir su difusión.
23
No toques música mala y, salvo que las circunstancias te obliguen, tampoco la escuches.
24
No creas que la verdadera maestría consiste solo en la agilidad. En la ejecución de un buen trozo procura más bien producir la impresión que tenía en la mente el compositor y nada más. Cualquier otra cosa sería caricatura.
25
No olvides que es cosa detestable y monstruosa hacer cambios y mutilaciones en la música de los grandes compositores, como también agregar adornos de uso exclusivamente moderno. Es la máxima injuria que se puede hacer al arte.
26
Al seleccionar la música que debes estudiar, consulta siempre a personas con más experiencia que tú; ahorras tiempo.
27
Procura conocer paulatinamente las obras maestras de los grandes compositores.
28
No te dejes engañar por los aplausos que obtienen muy a menudo los llamados virtuosos. Que la aprobación de los competentes sea para ti de mayor valor que la del público.
29
La música que está de moda tiene poca vida; si persistes en cultivarla, serás considerado un necio.
30
Tocar mucho en reuniones sociales es más doloroso que útil. Adáptate al gusto y a la inteligencia del auditorio; pero sin ejecutar ninguna música de la cual, intimamente, puedas avergonzarte.
31
Aprovecha la ocasión de ejecutar música de conjunto, o sea duetos, tríos, cuartetos, etc; adquirirás siempre desenvoltura y arrojo en la ejecución. También es beneficioso acompañar a los cantantes.
32
Si todos quisieran ser primer violín, ¿cómo sería posible formar una orquesta? Por lo tanto valora a cada ejecutante en la parte que desempeña.
33
Ama el instrumento que tocas; pero no seas tan vanidoso de creer que el es mejor de todos, pues otros no le son inferiores. Reflexiona también que existe la voz humana, y que en la música se alcanza lo sublime uniendo el coro a la orquesta.
34
Progresando en el arte, trata de familiarizarte más con las partituras que con los virtuosos.
35
Ejecuta muy a menudo las fugas de los grandes maestros, por encima de todas, las de Johann Sebastian Bach. Que El clave bien temperado” sea tu pan cotidiano: llegarás, sin duda, a ser un pianista de prestigio.
36
Entre tus compañeros, debes preferir siempre a los que saben más que tú.
37
Mitiga la severidad de tus estudios musicales con la lectura de los buenos poetas, además pasea muy a menudo por los campos y los bosques.
38
Se puede aprender mucho de los cantantes; pero no es prudente creer todo lo que dicen.
39
Reflexiona que no eres único en el mundo; por lo tanto sé modesto. Tú no has ideado o hallado cosas que otros no hayan ideado o hallado antas que tú; y en el caso que esto aconteciera, considéralo como un Don que debes dividir con otros.
40
El estudio de la historia de la música y la audición de las obras de los grandes maestros de distintas épocas, son los verdaderos remedios contra toda vanidad y presunción.
41
Un hermoso libro es el de Thibaut, titulado “Pureza del Arte Musical”. Leélo muy a menudo cuando llegues a la edad madura.
42
Si pasando delante de una iglesia, oyes tocar el organo, detente y escucha. Si alguna vez puedes tocar dicho instrumento te asombrarás de la gran potencia de la música producida por tus pequeños dedos.
43
Aprovecha cuantas ocasiones se te presenten de ejercitarte en el órgano; ningún instrumento como éste hace oír claramente las deficiencias de la ejecucion y el pésimo estilo de la composición.
44
Canta muy a menudo en los coros, sobre todo en las partes medias: esto contribuirá a formar tu sensibilidad musical.
45
¿Qué quiere decir poseer sensibilidad musical? Tú no la posees si tocas un trozo con fatiga, mirando con ansiedad los sonidos escritos, o si ejecutando, te detienes de repente y eres incapaz de continuar, porque te han dado vuelta dos paginas al mismo tiempo. Por el contrario la posees si, tocando un trozo nuevo para ti, llegas a adivinar, en cierto modo, lo que sigue; o si el trozo es conocido, lo recuerdas. En conclusión, posees sensibilidad musical si tienes la música no solo en los dedos, sino también en la cabeza y en el corazón.
46
¿Cómo se puede adquirir la sensibilidad musical? Mis queridos amigo(a)s, la sensibilidad musical es un don y consiste, principalmente, en tener un oído delicado y una rápida facultad de percepción. Estas dichosas disposiciones pueden ser cultivadas y perfeccionadas, pero no encerrandose en un cuarto y tocando solo los ejercicios mecánicos, sino estando en contacto con otros músicos y especialmente familiarizándose con el coro y con la orquesta.
47
Procura conocer bien y a tiempo la extensión de la voz humana en sus cuatro modificaciones. Estúdiala particularmente en los coros, investigando cuáles son los sonidos con los que la voz manifiesta mayor potencia, y cuáles aquellos con que expresa pasiones tiernas y sentimientos delicados.
48
Escucha con atención los cantos popularaes: ellos constituyen un rico manantial de hermosísimas melodías que te facilitarán el estudio sobre el carácter de la música de las diferentes naciones.
49
Ejercítate muy a menudo en la lectura de las claveas antiguas, de lo contrario, ignorarás muchos tesoros del pasado.
50
Pon atención al diferente timbre y al carácter propio de los distintos instrumentos, procurando retener en tu oído las cualidades particulares de sus sonidos.
51
Respeta la música antigua; pero interesate también por la moderna.
52
No tengas ánimo adverso por la música cuyo autor te es desconocido.
53
No juzgues una composición después de la primera audición, pues lo que agrada en seguida no siempre es lo mejor. Las obras de los grandes maestros deben ser estudiadas, y muchas cosas serán claras para ti cuando tengas mas años.
54
Al emitir un juicio sobre las composiciones, debes distinguir aquellas que pertenecen al verdadero arte de las que sirven para deleitar a los aficionados. Aprecia las primeras; pero no desprecies las otras.
55
¡Melodía! – he aquí el grito de guerra de los aficionados. Y a decir verdad, no existiría música sin melodía. Pero es necesario conocer bien qué cosas entienden ellos por melodía: un estribillo de fácil comprensión y de agradable ritmo. Pero existen melodías de género diferente: si se da un vistazo a las obras de Bach, Mozart, Beethoven, se verá cómo en ellas se presenta bajo mil formas. Es de esperar que pronto te fastidien las melodías uniformes.
56
Es bueno componer pequeñas melodías en el piano; pero si las ideas musicales vienen a ti, sin buscarlas en el piano, tendrás que alegrarte mucho más, porque tu sensibilidad musical se despierta. Los dedos deben ejecutar lo que el cerebro quiere, y no lo contrario.
57
Cuando empieces a componer, imagina primero con el pensamiento, y sólo cuando tu trabajo está completamente ideado en tu cerebro, ejecútalo en el piano.
58
Si tu música proviene del alma y del corazón, y tú mismo te conmueves, entonces ella podrá conmover también a los demás.
59
Si Dios te ha dado el don de una fantasia vivaz, cuando te halles solo, sentado ante el piano, muy a menudo tentarás de expresar con las armonías el íntimo sentimiento de tu ánimo; y cuanto más obscura sea para ti la ciencia armónica, tanto más te parecerá ser misteriosamente arrastrado a regiones encantadas. Éstas son las horas más bellas de la juventud. Pero no te dejes llevar frecuentemente por la fantasía que podría hacerte perder tiempo y fuerzas, corriendo detrás de fantasmas. Nunca se llega a dominar las formas de la composición y a expresar claramente las propias ideas, si no se ponen por escrito los propios conceptos. Por lo tanto, escribe más de lo que improvises.
60
Trata de adquirir a tiempo el arte de dirigir la orquesta. Observa a los buenos directores y esfuérzate en dirigir tú mismo mentálmente: así adquirirás lucidez de percepción.
61
Estudia atentamente la vida y procúrate conocimientos también en otras artes y ciencias.
62
Las leyes de la moral son también las del arte.
63
Disciplina y perseverancia son los factores más importantes del progreso.
64
De una libra de hierro, que cuesta pocos centavos, se puede obtener un millar de manecillas de reloj, cuyo valor, comparado con el de la primera materia, es prodigioso. Emplea, por lo tanto, concienzudamente la “Libra” que has recibido de Dios.
65
En arte, sin entusiasmo, nada grande se produce.
66
El objeto del arte no debe ser la ganancia material. Trata de llegar a ser lo más experto posible: el resto vendrá solo. El espíritu de una composición te será claro en cuanto hayas comprendido bién su forma.
67
El espíritu de una composición te será claro en cuanto hayas comprendido bien su forma.
68
Tal vez sólo un genio puede llegar a comprender a otro genio.
69
Se dice que un perfecto músico, al escuchar por primera vez un trozo orquestal, por complicado que sea, debería verlo en su mente como si tuviera delante la partitura escrita. Esto sería, verdaderamente, el colmo del intelecto musical.
70
El Estudio no tiene fin.

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